| El Salón del Diseño nace 
            de la necesidad de reaccionar en forma urgente ante una inminente 
            fatalidad que acecha a la identidad nacional, a las fuentes de trabajo, 
            a la propia estima de los individuos y por ende a la sociedad.
 Hastiados de la mediocridad de no intentar nada, un grupo de diseñadores 
            y proyectistas se ha unido para convocar a sus pares y a todos aquellos 
            que los seguirán después a dar los primeros pasos, los más costosos, 
            los más expuestos a la crítica y a los comentarios que desalientan, 
            convencidos de que valdrá la pena el intento de darse cita una vez 
            al año para mostrar sus logros, compartir sus experiencias, reflexionar 
            juntos y ensayar una revalorización de la profesión.
 Esto no será la tarea de un solo sector como tampoco la cosecha de 
            los beneficios; la docencia, el periodismo, la política, la empresa 
            comparten la misma problemática y la misma necesidad de soluciones.
 El Salón del Diseño, antes de inaugurarse, ya ha obtenido alguno de 
            sus objetivos: Hay empresas que están demostrando que el diseño aporta 
            valor agregado, que las divisas quedan en casa.
 Hay diseñadores que al exponer han logrado instalarse en la plaza 
            compitiendo con el importado.
 Conocidos importadores han comenzado a invertir en un desarrollo local.
 A modo de comprobación, obras que salieron a recorrer mundo han regresado 
            con galardones a la comunicación, al buen diseño. La prensa ha puesto 
            los ojos en los nuevos talentos por una necesidad de recuperar el 
            discurso propio.
 Sin embargo, no ha de bastar este gesto primero si no se integran 
            los que faltan, los que no alcanzamos a convocar o no se atrevieron, 
            esta vez, a arriesgarse.
 Tampoco será suficiente quedarse con lo obtenido porque esperan todavía 
            los postgrados por hacer, las alternativas para explorar, los convenios 
            que intentar.
 
 
 La Dirección
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  Antonio Sena
 
 
 
  Eloy Juarez
 
 
 
  Claudio Sucari
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